domingo, 13 de febrero de 2011

NOVELA - CAPÍTULO 15

Imágenes de mi infancia se me venían a la cabeza. Todas las personas que han construido mi forma de ser. Ahora esas personas estaban muertas y por lo tanto mi forma de ser destruida Hace dos días tan solo estaba con mis padres, peleando con ellos y haciéndole rabiar a mi hermano mayor. Ya no tenia la misma idea que cuando empezó todo esto. Lo que estaba viviendo no era una película, ni de tristeza, ni de alegría, de de terror. Era mi película, la escribía yo, esa era la diferencia. Pero por desgracia los personajes han decidido irse, me han dejado solo. Ahora era cuando empezaba a valorar la importancia de sentirte querido y alagado por lo que haces. Pensaba en quedarme quieto y esperar a que por fin la oscuridad se apiadase de mi para no tener que vivir ese tormento. Siempre había huido de los problemas, no iba a ser esta la excepción. Estaba confundido, ¿volvía a estar dentro de la irrealidad?. Sin darme cuenta me acercaba lentamente hacia el desastroso pantano, donde las mejores personas que he conocido dejaron allí su vida, y que sus últimos instantes fueron espantosos al verme hundiéndome entre aquellas arenas.

-Uff...Jose, Alberto, Sofia...¿Lara?, ¿donde esta?...murieron tres personas....faltaba ella- el pitido molesto volvió a meterse en mi cabeza, era desesperante. Me acordaba de Lara y mas sonaba aquel ruido en mi interior. Estaba recordando, pero parecía como si me estuviese destruyendo por dentro.

-¡¡Callate ya, no me dejas pensar!!-grite con en uno de los momentos en el que el ruido llego a su timbre mas fuerte.

Ya se veían las aguas turbias del pantano, los arboles estaban completamente pelados de hojas, cualquier turista podría identificar el paisaje como si fuera otoñal. La tierra estaba removida y llena de puntitos de barro. Me acerque a la orilla para contemplar aquellas aguas antiguas que desde que tengo memoria han estado aquí. En ella había algo que no cuadraba bien. Estaba dividida en dos colores, casi mitad y mitad, en cada una de ellas predominaba el color verde pero en tonos diferentes. El cielo estaba claro en la mitad mas lejana y se veia que el humo todavía no había llegado. Quise atravesar esas mitades para ver que sucedía en la otra parte, pero cuando estaba situado casi en el centro, mi pie choco con algo puntiagudo y cortante.

-¿Pirañas?, pero que dices Sergio, ¿como van a vivir las pirañas aquí?- me conteste a mi mismo
Pero algo seguía tocando mis tobillos. Yo no sabia bucear con tanta facilidad, cuando iba con mis primos a la playa siempre acababa en la orilla hecho polvo. Encima aquí era mas difícil, no se podía ver nada en su interior. El agua perdía temperatura y empezaba a tener frío Me plantee dos opciones: o seguir nadando hasta llegar a la otra orilla, o descubrir que era aquello que llamo mi atención. No perdía nada en descubrirlo, y mas en aquella situación, así que tome aire profundamente y me zambullí.

Intente abrir los ojos, pero si no quería coger una infección lo mejor seria utilizar las manos. Palpe la superficie sobre la que estaban apoyados mis pies, empezaba a asfixiarme. A partir de ahí no recuerdo nada mas. Extrañamente apareci medio morado en la orilla que quería llegar al principio. Estaba tirado, lleno de lodo y tosiendo partículas de agua.

-Sergio, ¿que hacías nadando, se que fuiste a natación pero tampoco es para tanto no?- me susurraba una voz serena- estas mas tonto que una alpargata abierta, ¿no sabes que es invierno y hay que estar en casa por la estufa?- volvia a escuchar la misma voz, esta vez llegue al acierto, era la de Lara.
-¿Que? ¿Tu estas muerta no?- dije asustado
-¡Mira niño! Vale que a veces pongo cara de zombie,pero de eso a estar muerta hay un trocito!
-Bueno, tu no estas muerta pero los demás si- dije incorporandome
-¿Quienes son los demás? ¿Te ha entrado mucha agua en el cerebro no?- aquel tono gracioso empezaba a cabrearme
-No seas tonta, Alberto, Jose y Sofia, ellos si.
-No pienses en eso Sergio por favor, no están muertos, solo te digo eso.
-¿Por que no debo pensarlo, ha sido por mi culpa, lo sabia?
-No es tu culpa, por cierto, toma esto y empieza a utilizarla porque tanto rollo misterioso me esta matando
Metió la mano en uno de sus grandes bolsillos de su chaqueta, mientras me miraba con cara de ``mongolita´´ intentando hacerme reír, claro está,era imposible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario